"Desintegración" Salvador Dalí
I
Una fecha más se cumple todos los días,
la conciencia de ello lo vuelve
inevitable.
Se buscan antídotos contra el mal
tiempo.
Si es bueno que se detenga el momento preciso,
pero hay casualidades que no llegan
ni con la utopía ni en la ciencia.
La rueda del tiempo no se detiene,
ha sido por los siglos invencible.
Los humanos hemos intentado romper
el absurdo
untándonos las miradas de los amorosos,
la caricia, el beso;
cortamos flores para evitar que se mueran
porque algo nos dice que entre los afectos
todo se salva,
al centro de la mesa o entre las páginas
de un libro, las flores están a salvo del frío,
del calor, el polvo y la ferocidad del hambre;
un juego inverosímil quizá, y el invento del misil
pudo haberse gestado en charlas de café
a sabiendas del beso,
en medio de guerras nos ocupa enjugar
lágrimas de hombres, mujeres y
niños
sin otro recurso que
el contenedor de las manos,
la imaginación, los ensueños en
esquirla
o la inocencia del recién nacido,
salvan todo eso, más, pero aun argumentamos
¿Quién estableció el asunto
del tiempo, cuándo?
¿Ya era y lo descubrió
un nómada en su aburrimiento,
lo percibió
como pájaro en vuelo?
Beatriz Osornio Morales. Imagen de Salvador Dalí.