“No hay muerte natural: nada de lo que sucede al
hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. La
muerte es un accidente, y aun si los hombres la conocen y la aceptan, es una
violencia indebida.”
Durante las vacaciones de finales de Junio y principios de Julio del
2014, me propuse terminar de leer el libro de Simone de Beauvoir “The Prime Of
Life” obviamente era un proyecto ambicioso siendo Florida nuestro destino y con
un itinerario súper apretado. Solo una
actitud obstinada podría llevar a cabo dicho acto que yo por poco y dejo a medias,
pero lo terminé.
El libro es un extenso trabajo autobiográfico narrado no exactamente en
forma de diario, es un estilo entre diario y ensayo, donde la autora aborda no solamente
datos de su vida personal, o con Sartre su compañero, sino que también aborda
inteligentemente los periodos de la preguerra,
detalla el proceso previo, y lo sucedido durante esos terribles años de
La Segunda Guerra Mundial, así mismo, el
después, las secuelas que a final de cuentas también son parte de toda guerra.
Es el trabajo autobiográfico que continua "Memorias de una joven formal", hasta 1944-5. Voy a especular sobre el título que
le pueden haber traducido al español “A final de Cuentas” del inglés al español bien podría llamarse “La
Flor de la Vida” naturalmente, tratándose de una autora francesa, el título
original debe haber sido distinto al que le dieron al inglés.
No agotaré los argumentos de su narrativa, simplemente quiero compartir
que a través de este trabajo, fui descubriendo que Simone era al final de esta
etapa una mujer con conciencia social. Supo plasmar en su trabajo literario, no
solo su inteligencia consciente sobre los conflictos sociales de su tiempo,
sino que abordó sus experiencias con la alta estámina que la caracterizara. Era
una viajera y exploradora incansable, le gustaba planear meticulosamente sus
viajes y recorridos en su propio país como en otros países de Europa. Cualquier
alteración o retraso en la ejecución de sus planes la enfurecía sobre manera.
Pude observar que en este ensayo nos descubre también sus propias flaquezas. Su
vigorosa energía podía llevarla a extremos puntos de vista sobre otros y hasta
sobre sus propias experiencias. Antes de la guerra podría pasar por una mujer
frívola por su extremo individualismo. Ella misma reconoce en alguna parte de
este trabajo que los conflictos de la guerra le enseñaron la solidaridad y
humanización que proyecta en su filosofía social en su madurez.
“Es
imposible asignar un día particular, semana o hasta un mes donde mi conversión
tomo lugar. Pero no hay duda de que la primavera de 1939 marcó un derramamiento
de agua de vida en mí. Renuncié a mi forma individualista y anti humanista de
ver la vida. Aprendí el valor de la solidaridad”
Después del libro que termine de leer en el camino de regreso a casa,
leí en la red una entrevista que le hicieran a Simone de Beauvoir sobre el
feminismo; el cual encontré lamentable (por el hecho de la imposibilidad de tratar el tema de la maternidad como punto importante en el feminismo, ella no
tuvo esa experiencia). En la entrevista
se muestra plenamente feminista, aunque no me sorprende su actitud radical,
pues su personalidad fue siempre extrema. Hasta 1945 todavía no adoptaba ideas
feministas aunque ya estaba un poco más comprensiva con las mujeres. Quizá yo encuentro el feminismo radical como
algo sospechoso por la razón de que como ella misma, a mi no me ha costado
demasiado convivir y entablar una relación más o menos igualitaria
intelectualmente con los hombres, incluso en muchos de mis textos los
personajes son hombres, por lo que he tenido que pasar mucho tiempo conviviendo
y estudiando de cerca la forma de ver
las cosas desde el punto de vista de los hombres, en situaciones específicas claro. Yo no
pretendo haber realizado actos con el fin de influenciar la conciencia de los
demás. Hasta hoy me ha bastado pensar (quizá
me equivoque) que si uno
es capaz de mostrar el pensamiento
escrito, de alguna manera, eso inspirará el pensamiento de otros, el cual irá
mostrando y enriqueciendo el autoconocimiento, parte fundamental para ser
realmente libres, o ser lo que se quiera ser. La conciencia es el primer paso a
la plenitud.
Beatriz
Osornio Morales