domingo, 26 de agosto de 2012

Escondite



 
Con seguridad
hay un poco de mar en el cielo,
un viento se hunde
en las profundidades del océano,
y hay peces por encima nuestro.

 

Nos acoge el espacio invertido del mundo,

como cuando se hurga la humanidad

por todas partes,  para

encontrar sólo vestigios de una flor.

 
En aquella caverna de leones marinos
donde viven las nubes,
inclementes olas rompen mis manos,
como rayos se le prenden gotas al cielo.

 

Juraría que estábamos juntos

tú, el cielo y el mar,

cuando una flor nos abrió

su escondite de moluscos.

 
Beatriz Osornio Morales

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