A los amantes que se reconocen en el ser amado
Quise como un niño
alcanzarlo todo
Pequeñas caricias
bajo esta luna en mi piel
quisieron
perpetuar tus besos
pero la memoria crece
en olvidos
La tierra trastoca
su girar
con el eje que la sostiene.
Hoy
mis labios besan tu frente
mañana
la página seguirá
en blanco
soplará el viento y
Un beso de fuego
todavía
ilegible
imaginará
Este día
una otredad
lunes que nombro
fuera del tiempo y espacio
con sólo el roce
que descifran tus manos
en mi rostro
Otros cosmos.
Otra antigüedad
anidará en su abrazo de paraguas
bajo la lluvia
el nudo tierno
de nuestros cuerpos nonatos
que ya se amaban en el principio.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.