martes, 31 de mayo de 2011



Alegría injustificada



En la nada espesa de la nada,

Cuchillo de luz mi cuerpo.



Encuentro, alma

tallada por los huesos,

que siendo desde adentro,

aflora, atraviesa,

y transfigura en

germen terso, estalactita

resplandor, ligera nébula

nunca definitiva.



Mujer,

que en un cuarto se desnuda

y en otro se acaricia, cuerpo

rayo,

su cimiente sombra.



Pese a que la nada nos rodea,

te reconozco, fulgor,

crepitar de agua en piedra.

Entre la grieta de mi boca corres,

dibujo de pies pequeños,

corres caminos largos,

palabra.



Los brazos se definen

entre la niebla levantados; te ajustas

al cuerpo desvencijado de mi cuerpo,

tremolar de sueños,

alegría injustificada.



Ya no me asusta la muerte,

aquietará el barro más no la tierra.

La tierra se mueve

y tú eres sus ojos.




Beatriz Osornio Morales,Hampton,VA.Febrero 2011.

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